Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Caracas
Curso: Lectura y Escritura para Educación Integral
Profesora: Angélica Silva
Período Académico 2007-I
Instituto Pedagógico de Caracas
Curso: Lectura y Escritura para Educación Integral
Profesora: Angélica Silva
Período Académico 2007-I
Alumna: Luz Daniela Ghersi
Sección 002
¿Por qué debe cambiar con urgencia en nuestro país la enseñanza tradicional de la lectura y la escritura en las aulas de clase?
(Texto de opinión)
La lectura y la escritura necesitan dejar de ser consideradas como simples actividades educativas que debe aprender el alumno o la alumna para lograr decodificar (leer) y codificar (escribir) el código de su lengua materna en este caso el “español”. No obstante, las ideas que hoy día se tienen de lectura y escritura son más amplias, pues pensamos que se lee para comprender y se escribe para producir tipos de textos. Si bien es cierto, enseñar a leer y escribir constituye uno de los principales objetivos que durante la Educación Básica los alumnos y las alumnas deben lograr, pero las preguntas obligadas a este planteamiento son: ¿cómo hacerlo? y ¿Por qué no se ha conseguido tal cosa en una medida generalizada para hablar de logros educativos masificados? Una respuesta también obligada constituye la interpretación de los procesos de la lectura y la escritura, pues ha de tenerse en cuenta que dichos procesos son de naturaleza psicosociolingüística, tal como lo define la autora Lucía Fraca de Barrera (1997). Es por ello, que el alumno y la alumna necesitan desarrollar competencias psicológicas, sociales y lingüísticas durante el proceso de iniciación de la lectura y la escritura.
De acuerdo con lo anterior, el funcionamiento de las competencias psicosociolingüísticas desarrolladas por el alumno y la alumna, es necesario. Y a través de ellas, los aprendices podrán llegar a una óptima vinculación de los procesos mentales como: la integración, la transferencia, la comprensión, la percepción y el entorno que los rodea al momento de leer y escribir. Entonces, es necesario preguntarnos como docentes o futuros docentes ¿Cuál es el objetivo principal que nos debe llevar a una mejor enseñanza de la lectura y la escritura para los alumnos y las alumnas?, ¿Cómo se puede enseñar la lectura y la escritura de forma significativa dentro del salón de clase?, ¿Cuáles pueden ser las actividades o estrategias utilizadas por el docente para promover los procesos de leer y escribir en los aprendices, garantizando una transferencia de conocimientos en su vida social y comunicativa?.
En primer lugar, considero como futura docente que la enseñanza de la lectura y la escritura en el aula debe tener un objetivo principal. Esto es, desarrollar el pensamiento del alumno o la alumna, es decir, el despertar de una conciencia o de un juicio crítico, la capacidad de crear, producir, reflexionar y razonar sobre lo que lee y escribe. Dicho objetivo, está fundamentado en las capacidades psicológicas, sociales y lingüísticas que posee el niño y la niña, las cuales se van desarrollando a lo largo de su vida, especialmente, cuando está vinculando sus conocimientos previos con los nuevos conocimientos adquiridos en la escuela. Por lo tanto, la enseñanza de la lectura y la escritura debe partir de los conocimientos previos, los intereses que demuestre el alumno o la alumna para aprender (un tema, libro, un acontecimiento o una película). Es en este momento, cuando pienso que la guía y la motivación por parte del docente es muy importante en este proceso y por ello, el docente se convierte en la pieza clave y en el mediador de los nuevos aprendizajes que serán adquiridos por los alumnos y las alumnas en el aula de clase. También, pienso que es fundamental el ambiente lector y la motivación que se le brinde al aprendiz dentro de su hogar, pues esto determinará la adquisición de competencias comunicativas y sociales a lo largo de toda su vida, donde la lectura y la escritura juegan un papel determinante.
En segundo lugar, hay que tomar en cuenta que sólo se puede llegar a cumplir el objetivo de enseñar a leer y escribir con un sentido funcional y comunicativo, cuando el docente enseña a sus alumnos y alumnas de manera significativa. Por ello, la iniciación en los procesos psicosociolinguisticos de la escritura y la lectura debe, partir de una enseñanza lógica y coherente, ya sea para la presentación de alguna actividad, un libro o el contenido a desarrollar. Dicha coherencia, se enfoca en que estos procesos son complejos y por lo tanto, el docente debe adecuar sus actividades al nivel en que se encuentre el niño o la niña, pero principalmente debe estar preparado para guiar al aprendiz en la creación de bienes culturales (cuentos, revistas, manuales, periódicos, entre otros) para que de esta forma se produzcan y lean textos de manera lógica y coherente como las personas usan estos bienes para responder a necesidades de información. Para ello, el docente deberá llamar la atención de sus alumnos con materiales y recursos (libros, objetos, mascotas, juegos, programas de TV, entre otros) que sean de interés para sus aprendices.
En tercer lugar, considero que cada docente debe poseer conocimientos con respecto a la aplicación de las actividades y estrategias en el aula, pero para ello debe desarrollar su creatividad y por ninguna razón limitar la de sus alumnos y alumnas. Es importante que dichas actividades estén orientadas a promover los procesos de leer y escribir, tomando en cuenta que el aprendizaje se realiza realmente cuando el alumno y la alumna logran transferir los conocimientos escolares a su vida social y comunicativa. En ese sentido, considero que algunas de las estrategias que puede utilizar el docente en el aula, para desarrollar los procesos de leer y escribir con un sentido funcional y comunicativo pueden ser: (a) Mis bienes culturales: consiste en la elaboración de una mini biblioteca hecha por los alumnos y las alumnas con la guía del docente para colocar libros de diferentes áreas de acuerdo con el nivel del grupo. La finalidad de esta actividad consiste en que los alumnos y las alumnas creen y logren llenar un tramo de la biblioteca con sus propios textos, ya sean manuales, revistas, cuentos, historietas, entre otros. Al finalizar el año escolar, cada alumno leerá y reflexionará el material final delante de todo el colegio (4to, 5to y 6to grado), (b) Leyendo mi revista infantil: elaboración de una revista infantil, donde se incluyan las producciones del grupo elaboradas en clase, por ejemplo: cuentos, poesías, adivinanzas, trabalenguas, canciones, diálogos, recetas, cartas, noticias, etc. La periodicidad de este material es mensual y podrá ser entregada en el colegio (de 1ero a 6to grado), (c) Un cuento para soñar: Invención de un cuento con un tema de su preferencia, para ser publicado en Internet una vez terminado ( de 1ero a 6to grado), (d) Leamos un libro nuevo por mes: El docente promocionará en el aula de clase, la lectura semanal, llevando libros llamativos y misteriosos al aula de clase para lograr despertar la curiosidad en sus alumnos y descubrir el mundo maravilloso de los libros (3ero, 4to, 5to y 6to grado), (e) Cuéntale algo al títere escritor: Elaboración de un títere sencillo con una media, como sugiere la autora Lucía Fraca de Barrera en su libro “La Pedagogía Integradora en el aula” (2003). Éste será utilizado por el docente en el pizarrón para corregir las desviaciones ortográficas que ha observado en los trabajos escritos de sus alumnos, con la finalidad de que los alumnos le “echen la culpa” al títere y logren autocorregir cualquier desviación (1ero, 2do y 3er grado), reflexionando sobre su lengua escrita.
Finalmente, a mi juicio, creo que los docentes y futuros docentes sólo pueden mejorar la calidad de la enseñanza en los procesos de la lectura y la escritura en el aula si tienen en cuenta como objetivo principal: desarrollar el pensamiento de el alumno y la alumna a partir del desarrollo de las capacidades psicológicas, sociales y lingüísticas que posee el niño y la niña. También pienso que la guía adecuada o mediación por parte del docente al momento de enseñar a leer y escribir, garantizará una mejor producción y comprensión de dichos procesos. Para lograr esto, estoy convencida de que el docente al momento de enseñar a leer y escribir en el aula, necesita valerse de estrategias y actividades lógicas, coherentes y significativas que involucren al alumno como principal protagonista de los procesos psicosociolingüísticos necesarios en los actos de lectura y escritura. De esta forma, el aprendiz comprendería que la lectura y la escritura con actividades necesarias para el desarrollo pleno de sus capacidades psicológicas, sociales y lingüísticas. El desarrollo, asimismo, de estas actividades permitirán al alumno y la alumna, por un lado, transferir los conocimientos aprendidos en su vida social y comunicativa a otras áreas del saber (matemáticas, ciencias y tecnología, ciencias sociales, etc.) y, por otro, desenvolverse dentro de una sociedad con juicio crítico comprendiendo el valor que los diferentes bienes culturales tienen para un grupo social convertidos, pues serían los seres creadores de ideas capaces de transformar su realidad.
Bibliografía consultada:
Fraca de Barrera, L. (2003). Pedagogía integradora en el aula. Colección Minerva Nª 14. Caracas-Venezuela: Los Libros de EL NACIONAL
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